Los amigos del Archivo Caminante han posteado una intervención más que acertada, reproduciendo y traduciendo las páginas de historieta que Joe Sacco hizo abordando lo que por momentos parece la – falsamente – inabordable masacre de París. Tal vez acá se noten las diferencias entre alguien que sólo hace tiras cómicas y unitarios para periódicos, internet, o su propia cuenta de Facebook, y alguien que se ha molestado por investigar desde el terreno mismo de la acción. ¿Cuántos de los indignados han estado por los Balcanes o Palestina en los peores momentos? ¿Cuántos de los que han estado pueden brindar testimonio como Sacco? Bueno parte del debate (o la negación del debate) ha estado dando vueltas alrededor de la posibilidad o no de decir «pero». Por ejemplo: «Yo no estoy de acuerdo con lo que pasó en París pero…» o «La libertad de expresión es un derecho universal, pero…». Oscar Cuervo nos recuerda el uso del pero fuera de las histerias xenófobas, izquierdistas de ocasión y pelotudos/as de los que abundan, sobran y habitan las 24 horas del día en las redes sociales.
Yo, particularmente, agradezco los resquicios por donde se filtra algo de sensibilidad, pensamiento, reflexión y bastante coraje. Todas cosas más difíciles que colgarse cartelitos de opinión – ese privilegio del sentido común -. Y así como los que empiezan quemando libros terminan quemando gente, los que empiezan colgándose cartelitos probablemente estén, al mismo tiempo, colgándole carteles a los demás.
À bientôt!